Todos los deseos están dirigidos a un fin, e introducen la teleología en la historia humana. No porque la historia tenga un fin, sino porque las miríadas de acciones que la constituyen sí lo tienen.
Con motivo de la guerra de Ucrania se habla mucho de los oligarcas rusos, un grupo de personas económicamente poderosas gracias a los favores que les ha hecho Putin. La palabra está bien elegida. Platón, al estudiar los regímenes políticos, incluye la “oligarquía”, que etimológicamente significa el gobierno de unos pocos, pero que a su juicio es un régimen basado en la riqueza, en el poder económico.
El mundo occidental está construido sobre el principio de “juego de suma positiva”: en cada transacción todo el mundo debe ganar algo, aunque sea posible que unos ganen más que otros. Los rusos practican el “juego de suma negativa”. Incluso si sufren, están contentos si sufren menos que los otros”
Lord David Owen, político y psicólogo inglés, identificó un “síndrome de hybris” que afecta a muchos líderes políticos. “Hybris” en griego clásico significa una desmedida arrogancia que lleva a sobrepasar los límites impuestos por la naturaleza o por los dioses.
Ya saben que una herramienta es cualquier objeto físico o mental que amplia nuestras posibilidades de actuación. Hay por ello herramientas materiales y psicológicas. Las primeras sirven para dominar el mundo material y las segundas para ampliar o dirigir las funciones mentales.
He terminado de leer el libro de Fernanda Pirie Ordenar el mundo. Como 4.000 años de leyes dieron forma a la civilización (Crítica, 2022). Puede considerarse una visión del Derecho desde el Panóptico, por eso me ha interesado tanto.
Una de las características de la inteligencia humana es su capacidad de anticipar el futuro. Tomamos decisiones pensando en el porvenir, a sabiendas de que no lo conocemos.
Sigo mi aprendizaje del análisis pasional de las actividades humanas. Hoy quiero tratar como ejemplo la arquitectura. Las primeras construcciones sirvieron para protegerse, pero al concentrarse en ciudades aparecieron tres tipos de edificaciones con diferentes fines, es decir, fruto de diferentes necesidades, deseos y proyectos: las murallas, los palacios y los templos.
Cuido mucho de proporcionar a la inteligencia generadora información variada, porque confío en que hará buen uso de ella y me enviará a la conciencia ideas interesantes.