El índice del libro tiene que indicar las vías por las que unos deseos básicos -compartidos con nuestros parientes animales- se expanden por el poder simbólico de la inteligencia y crean unas nuevas necesidades que mediante el juego de éxitos y conflictos dan lugar a las instituciones humanas.
Hoy me he puesto a trabajar con la idea de que no podía retrasar más la elaboración de un índice. Es la única forma de comenzar a definir más el “esquema de búsqueda”. Mi experiencia con otros libros me hace pensar que no será el definitivo, pero que será el fundamental.
Hoy hago un psiconalisis de los jardines observo que hay un cierto paralelismo entre el modelo de jardín de una cultura y sus instituciones políticas y educativas.
¿Puedo escribir una “historia emocional”, sin descender a casos concretos? ¿Puedo escribir una “historia emocional” sin que los casos individuales impidan ver las grandes dinámicas?
La esperanza como fuerza política me ha interesado mucho y también el papel político de las utopías. Napoleón dijo que el político era un repartidor de esperanza. Y es cierto que sin esperanza no se puede actuar. Es el combustible que impulsa la búsqueda de la felicidad
Los comentarios acerca de la posibilidad de guerra en Ucrania terminan diciendo: Todo depende de la decisión de Putin. ¿Es eso verdad? Desde el Panóptico me interesa mucho saber quién declara las guerras.
La preocupación por la influencia de las redes sobre los adolescentes ha provocado un interesante debate en Francia. Gaspard Koenig, autor de La fin de l’individu, un trabajo sobre la influencia de las nuevas tecnologías en la sociedad, piensa que el poder adictivo de las redes debe ser controlado.
La redacción de El Panóptico sobre la existencia de Dios, me ha animado a escribir sobre la “historia emocional de las religiones” y su relación con la búsqueda de la felicidad.
Un proyecto creador comienza con un elemental “esquema de búsqueda”, cuyo objetivo desconoce, por eso tiene que avanzar a ciegas, tanteando. “¡Qué gran escritor sería yo si consiguiera escribir con el estilo que tengo en la cabeza!”