He acabado de redactar la monografía sobre la historia del miedo, mientras sucede la guerra de Ucrania y leo estudios acerca de la novedad del tiempo en que vivimos, y de la imposibilidad de gestionar tanta complejidad. No puedo dejar de pensar que los cambios tecnológicos, económicos y sociales se dan como variaciones de unos “guiones emocionales” implacables.
La experiencia más estimulante de escribir un libro es ver como aparecen relaciones cada vez más iluminadoras. El fenómeno de las ocurrencias, como el de la comprensión, está fuera del control de la voluntad. Lo único que podemos hacer es fijar una meta a nuestro cerebro y cambiar los estímulos con la esperanza de que, en un momento dado, por fin, diga ¡Ajá! ¡Eureka!
El capítulo segundo del libro avanza. Se ocupará del nacimiento de la historia, de la aparición de los animales espirituales que somos nosotros. “Espiritual” significa que rigen su conducta no solo por estímulos físicos, sino por el manejo de representaciones.
Desde que comencé el Proyecto Gamma he leído una documentación muy variada y he hecho tanteos temáticos sobre la primera Cruzada, la influencia motivadora del honor y la gloria, la venganza como paso de una violenta emoción a una institución social, y la evolución de la sexualidad. He repasado el tema de las religiones y de las estrategias del poder.
¿Nacemos con un repertorio de deseos comunes a toda la humanidad? ¿Cuáles son? ¿Han cambiado a lo largo de la historia? Es evidente que la consideración del deseo ha cambiado y también la del “sujeto deseante”.
El índice del libro tiene que indicar las vías por las que unos deseos básicos -compartidos con nuestros parientes animales- se expanden por el poder simbólico de la inteligencia y crean unas nuevas necesidades que mediante el juego de éxitos y conflictos dan lugar a las instituciones humanas.
Hoy me he puesto a trabajar con la idea de que no podía retrasar más la elaboración de un índice. Es la única forma de comenzar a definir más el “esquema de búsqueda”. Mi experiencia con otros libros me hace pensar que no será el definitivo, pero que será el fundamental.