¿Por qué me interesa contar a los médicos estos terribles hechos? Para que no olviden que todos tenemos que proteger la “humanidad” de nuestras relaciones porque son muy frágiles, y que ellos, desde su actividad profesional están especialmente capacitados para reforzarla.
En Biografía de la inhumanidad, tras estudiar los colapsos atroces que periódicamente experimenta la humanidad, me pregunté si nuestro progreso ético es un mero barniz que desaparece cuando las circunstancias alcanzan determinados niveles de dureza.
La guerra es una constante universal de la humanidad. Integra con tanta intensidad las pasiones humanas que es una insustituible ventana para observar el funcionamiento de la mente humana. ¿Podría tomarla como punto de partida para la historia de la felicidad que estoy escribiendo?
En algunos centros educativos se está estudiando la guerra de Ucrania. Hay que intentar comprender el presente, pero para eso no basta conocer la historia. Hace falta estar dispuestos a aprender de ella, lo que exige método y tenacidad.
Ante los sucesos de Ucrania muchos se preguntan si estamos en el comienzo de una guerra mundial. ¿Nos sirve para algo recordar el comienzo de las dos grandes guerras europeas? Ambas terminaron con la derrota de la nación que las declaró, Alemania. No tuvieron motivos económicos.
Actualmente trabajo en una Biografía emocional de la Humanidad. Responde a una idea muy sencilla. La Historia es el resultado de las acciones humanas, y estas son impulsadas por necesidades, deseos, emociones.
Creo que la compasión es una de las notas distintivas de la naturaleza humana, por eso me interesa mucho y procuro leer lo que se publica sobre el tema.
Ferguson se hace la misma pregunta que intriga a muchos historiadores: ¿Por qué las naciones europeas se hicieron dueñas del mundo? Encuentra la respuesta en seis instituciones: el afán competitivo, la ciencia, los derechos de propiedad, la medicina y la ética del trabajo.