Según una encuesta del Instituto Catalán Internacional por la paz y del Centro de Políticas Económicas de Esade sobre la polarización política, Cataluña y Euskadi son en este momento las comunidades donde la polarización partidista es menor.
La pandemia primero y la agresión a Ucrania después han puesto de manifiesto la necesidad de cooperación entre las naciones. La tendencia es a la unidad, no a la fragmentación. Por eso, resulta anacrónica -además de disparatada- la aparición pública de Junqueras y Otegui comparando la situación del País Vasco y Catalunya con la Ucrania invadida por el ejército ruso.
Varias circunstancias han hecho aumentar en número de partidarios de la independencia de Catalunya. Sin duda este auge tiene un componente emocional poderoso, pero creo que quedarse en él no hace justicia al movimiento independentista. Se merece que analicemos sus argumentos.
Según una encuesta elaborada por el Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat, se mantiene el “cambio de prioridades” que los catalanes creen que debería tener el Govern de Catalunya
Varias circunstancias han hecho aumentar en número de partidarios de la independencia de Catalunya. Sin duda este auge tiene un componente emocional poderoso, pero creo que quedarse en él no hace justicia al movimiento independentista. Se merece que analicemos sus argumentos.
En al Panóptico anterior analicé los precedentes históricos de la idea de “nación de naciones”, y prometí estudiar en este la utilización de ese concepto durante la elaboración de la Constitución de 1978.
Periódicamente surge la afirmación de que España es una Nación de naciones, plurinacional, multinivel, lo que suele provocar escándalo en muchas personas que piensan que de esa manera se agrede a la inviolable y sagrada unidad de la Patria.
En este número de El Panóptico hablo de la importancia de “formar la opinión pública”. Eso empieza por el trabajo de formar la propia opinión.