La pandemia ha puesto de actualidad la llamada “educación híbrida”, mezcla de aprendizaje presencial y on line. Es una aplicación elemental y pobre de algo sobre lo que muchos estamos trabajando
«El informe Coleman, 50 años después». Revista de la Asociación de Sociología de la Educación, 2016. Más que negarla tesis principal, creo que matiza lo que debemos considerar “influencia social”, que va más allá de la familia. La obra de Coleman debe completarse con la de su colega Robert Putnam.
El editorial de L’Obs (26.8.2021) habla de la desigualdad que se está produciendo en la escuela francesa. Francia es uno de los países de la OCDE donde el origen social pesa más en los resultados escolares.
Racialismo, racializar, racializado, ejemplos de conceptos confusos, a punto de significar lo contrario de lo que significaron en su origen.
El “derecho a la autodeterminación de los pueblos” está admitido por el Derecho Internacional. La discusión se plantea sobre si ese derecho ampara el deseo de independencia de muchos catalanes. Lo que desde el Panóptico me gustaría explicar es que muchos debates políticos, jurídicos y éticos resultan decepcionantes porque en todos ellos se manejan conceptos confusos.
El libro «Mater dolorosa» estudia cómo se fue consolidando en España la idea de “nación”.
Es difícil saber la duración, la profundidad, el impacto social de las modas o las corrientes de pensamiento. Lo que en un momento dado parece transcendente, puede resultar efímero. ¿Qué pasará con el movimiento woke?
El fracaso de la intervención occidental en Afganistán plantea dos interesantes problemas al Panóptico: ¿Pueden trasplantarse las instituciones políticas de una cultura a otra? ¿Es lícito intentarlo o conseguirlo? La cultura es el sedimento de la experiencia de una sociedad, su manera de resolver los problemas.