Racialismo, racializar, racializado, ejemplos de conceptos confusos, a punto de significar lo contrario de lo que significaron en su origen. Esa capacidad de transmutación es una característica del pensamiento “woke”, que le hace ser contradictorio, digno de un elogio y una refutación. Manifiestan un antirracismo que ha cambiado de sentido. En tiempos de Martin Luther King, ser antirracista significaba negarse a conferir valor social a la pertenencia étnica de un individuo. La igualdad y la universalidad eran valores irrenunciables. Ahora, como explica el sociólogo Mathieu Bock-Côté en La revolution racialiste et autres virus idéologiques, es en nombre del antirracismo como se invita a las personas a dividirse según el color de su piel. En este momento pretender ignorar la raza es considerada como una manifestación de “daltonismo racial” y como una forma de racismo sistémico.

Creo que el concepto ha evolucionado de la siguiente manera. Al principio, se entendía por persona “racializada” la víctima de discriminación por su raza. En términos generales, la víctima quiere dejar de serlo. El sueño de Luther King es que el color dejara de tener importancia. Aquí es donde aparece el giro “woke”. La víctima racializada empieza a considerar que su situación no es coyuntural: es su identidad más profunda. Como señalan Manning y Campbell, ser víctima confiere un “estatus moral”. (Campbell, B y Manning, J. The Rise of Victimhood Culture: Microaggressions, Safe Spaces, and the New Culture Wars). Es una dignidad que no quiere perder porque le permite descubrir la verdadera índole de nuestra sociedad, divida en “blancos” y “racializados”. Es decir, en opresores y oprimidos. Si se borran las diferencias raciales, se olvidaría también el “privilegio blanco”. Por ello, como principio reivindicativo, y como único medio de alcanzar la “justicia social” tienen que afirmar la pertenencia racial. No puede olvidar. Lo importante es no integrarse, rechazar la universalización. El blanco es racista por el hecho de existir y tiene que reconocer que está prisionero de su identidad blanca, de la misma manera que los racializados están transfigurados por su identidad de víctimas. Solo las victimas pueden purificar el mundo. Y esto es lo que da al movimiento su seriedad y su desmesura.

La categoría “racialismo” que comenzó refiriéndose a la raza, se ha extendido a cualquier grupo discriminado por la tiranía de la “blanqueidad”, que es en realidad la cultura occidental entera y, en especial, por el pensamiento ilustrado. Por eso tiene importancia la noción de “interseccionalidad”, de la que hablaremos en este Diccionario.