Episodio 3x05
¿La tolerancia es la esencia de la democracia?
Es fácil aplaudir la tolerancia, más difícil es practicarla y todavía más difícil explicarla. En castellano, tolerar es soportar. ¿Se debe tolerar lo bueno? No. Lo bueno debe aplaudirse, estimularse. ¿Se debe tolerar lo malo? Tampoco. Lo malo hay que combatirlo. Entonces, ¿Qué se debe tolerar? Históricamente “tolerancia” fue un concepto acuñado para combatir la intolerancia, y sus maldades.
¿Por qué entonces me parece un tópico que puede conducir a conductas insensatas? Puede conducirnos a conductas insensatas, en primer lugar, porque cuando lo observamos de cerca nos damos cuenta de que es un concepto confuso. Propongo una definición objetiva, casi ingenieril de la tolerancia:
”Tolerancia es el margen de variación que una solución admite sin dejar de ser solución
Hay problemas que admiten muy poca tolerancia, por ejemplo, los matemáticos, o los que afectan a la dignidad humana. Otros, como los planteados por la convivencia, exigen amplios márgenes.
Es verdad que la tolerancia es esencial a la democracia, pero también es verdad que esta afirmación es confusa y paradójica. ¿Debemos entonces recomendarla o no?
Atribuciones:
- Kilombo ft. El Caribefunk – “Por su camino”
- Alanis Morissette – “Hand In My Pocket”
- David Bisbal – “Culpable”
- Leo Dan – “Yo Tengo Que Encontrar la Solución”
- Entradilla y cierre: “Comedy detective mysteries” de KakaduCreation
- Música de fondo: “Funny To Be” de Liosound
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Tolerar, soportar, ceder, admitir, asumir, justificar….determinan una actitud del yo frente a los demás, es decir, explicitan la dialéctica del «yo individual» frente al «yo social». En mi opinión, el «yo social» siempre va acompañado de una cierta represión del «yo individual», incluso en compañía de las personas más íntimas , por más que no podamos evitar vivir en sociedad, puesto que somos seres sociales. A partir de este principio, esa actitud individual frente a los demás está en consonancia con los valores éticos y morales de cada uno, y no solo eso, sino también con el carácter de cada cual. Siendo así, me surge una interrogante: ¿depende esa actitud de la voluntad de la persona o, por el contrario, es ajena a ella?. Hoy, más que nunca, se halla la tolerancia en el banco de pruebas de un mundo pluricultural, multirracial e interreligioso y, probablemente, su máxima expresión no sea solo el rechazo explícito de «los otros», sino la indiferencia implícita hacia ellos. En todo caso, «tolerar» se ha convertido en sinónimo de «convivir», hasta donde esa convivencia sea soportable. La democracia se reduce a un mecanismo, una manera más de soportar esa convivencia hasta donde sea posible.Por eso, la especie humana está avocada tanto para la paz como para la guerra.
Todos llevamos dentro a un tirano que desea moldear y someter a los demás a nuestros deseos, pero sabemos que eso no es posible y por la misma razón nos avenimos a «respetar» a los demás, quienes también sienten esa misma pulsión. Está bien reconocernos en nuestra más profunda esencia, después de tantos siglos que llevamos empeñándonos en idealizarnos. No quiero decir con ello que haya que abandonar el impulso de los ideales, como pueda ser el empeño de la democracia, ni mucho menos, pero eso no ha de hacernos perder de vista los rincones oscuros que forman parte de nuestra condición humana.
Al leer esto, a mí me viene la cabeza un razonamiento simple:” la la tolerancia en democracia, es hacerte un traje a medida de indiferencia para subsistir”
Leyendo esto también me doy cuenta de que estoy confundida, yo pensaba que la tolerancia era permitir pequeñas agresiones casi imposible para moverte en sociedad sin ser un ser radical.
Los que más presumen de tolerancia, por experiencia se que luego son los menos tolerantes