Episodio 3x06
¿Quién es usted para juzgarme?
Hay otra creencia, relacionada con la tolerancia, que se manifiesta con frecuencia. Alguien pone cara de dignidad moralista y afirma pomposamente: “Yo no soy quién para juzgar a nadie”. ¿Pero qué me dice? Todos tenemos la obligación de juzgar sobre cosas que afectan al bien común, y para ello debemos ponernos en condiciones de juzgar justamente: informarnos, buscar la objetividad, no dejarnos llevar por preferencias emocionales ni por intereses personales o sectarios.
La imparcialidad, la objetividad, no son un principio, son un objetivo a alcanzar. En el plano del conocimiento lo llamamos VERIFICACIÓN y en el campo de los comportamientos lo lamamos JUSTIFICACIÓN.
” La persona que ha perdido la capacidad de juzgar bien, que no sabe discriminar, que no es capaz de separar el trigo de la paja, ha perdido el seso, el buen sentido, es un INSENSATO. Para prevenir la insensatez he estado trabajando en la VACUNA que nos proteja de ella.
Atribuciones:
- Johnny Cash – “This Side of the Law”
- Piaro: «¿Quién eres tú para juzgar?»
- Pink Floyd – “The Trial”
- Entradilla y cierre: “Comedy detective mysteries” de KakaduCreation
- Música de fondo: “Inspiring Bach Cello Suite” de Orchestralis
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Juzgar es inherente a la condición humana, de pura necesidad vital. Todos nuestros pensamientos y nuestras decisiones se sustentan en nuestra capacidad de juicio. Juzgar es elegir; desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos en una constante elección de decisiones, porque siempre podemos hacer distintas cosas de lo que en cada momento decidimos hacer. Y lo mismo con las personas; si no, ¿cómo hemos elegido a los que ahora son nuestros amigos y a esas otras personas a las que siempre queremos evitar?. El tópico de «quién soy yo para juzgar» es un sinsentido, porque la existencia del yo se fundamenta en la esencia del juicio: «cogito ergo sum», que diría René Descartes. Juzgar es pensar. Cosa bien distinta es «la justicia» como institución y el juicio como profesión; ambos tienen un carácter punitivo y esto, desde un punto de vista ético, me genera muchas dudas. Cuando yo juzgo, lo hago desde ese yo esencial que se ve interpelado, pero cuando el juez juzga y sentencia, no se ve interpelado en su yo, sino solo en su profesión. De hecho, los jueces, en calidad de profesionales, realmente no juzgan, sino que se limitan solo a impartir justicia (o injusticia, según como se vea).
De acuerdo José Antonio
Al que no le guste que le juzguen que se vaya a vivir a una cueva bien lejana y solitaria.