Episodio 3x11
¿Hay un manual para mejorar la especie humana?
Es evidente que la evolución de las culturas muestra una convergencia hacia modelos éticos compartidos. Por ello, creo posible enunciar una Ley del progreso ético de la humanidad:iensen bien.
”Los seres humanos, cuando se liberan de la pobreza extrema, la ignorancia, el dogmatismo, el miedo al poder y la insensibilidad hacia el prójimo evolucionan convergentemente hacia un modelo de felicidad pública que se caracteriza por el reconocimiento de derechos individuales, la racionalidad como forma de resolver problemas, la participación en el poder, el rechazo de desigualdades no justificadas, las garantías procesales y las políticas de ayuda. De esta manera se facilita la satisfacción de los tres grandes deseos en que consiste la felicidad: sobrevivir agradablemente, mantener relaciones sociales satisfactorias y ampliar nuestras posibilidades de acción.
Eliminar los obstáculos — la pobreza extrema, la ignorancia, el dogmatismo, el miedo y la insensibilidad— pueden considerarse parte de nuestro repertorio de vacunas. Pero estamos contagiados por tantos virus mentales que ya no reconocemos lo insensato de muchas de nuestras decisiones. Por eso necesitamos un largo trabajo de recuperación de la sensatez, que continuaremos en el Panóptico.
Este es el último podcast de esta temporada. Les deseo un buen verano y que ustedes lo piensen bien.
Atribuciones:
- Peggy Lee – «Fever»
- Entradilla y cierre: “Comedy detective mysteries” de KakaduCreation
- Música de fondo: “Puzzle” de V-Audio
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¿Qué es mejorar la especie humana…, de qué mejora o mejoras estamos hablando?. La especie humana solo es una entelequia que define las características comunes de un grupo de seres vivos, los humanos, en contraposición a otros innumerables grupos de seres vivos que pueblan la Tierra. Por tanto, la especie humana no es un sujeto concreto homogéneo susceptible de poder actuar sobre él, ni tampoco es un «tú», un alguien dotado de una voluntad que le permita metamorfosearse a su antojo. La predisposición de los seres humanos frente la vida, frente el mundo y frente a sus propios congéneres no ha cambiado sustancialmente desde su aparición en el Planeta. Cosa muy distinta es que esta predisposición se ha proyectado de mil maneras a lo largo del tiempo, fruto de los mecanismos culturales de los que los humanos se han ido sirviendo paulatinamente para dar pábulo a sus potencialidades vitales. Que la diplomacia apareciera como solución a la guerra o que la propiedad privada apareciera como solución a la disputa permanente sobre el uso de las cosas, no constituyen mejoras esenciales de la especie humana, sino que se resumen en meros mecanismos operacionales para evitar «males mayores» de una predisposición que no renuncia a nada. La especie humana solo puede mejorar como consecuencia inevitable de la mejora de sus individuos.La especie no constituye un sujeto susceptible de mejora, pero sí el individuo, por su condición de estar dotado de una inteligencia, una mente y una conciencia que le permiten elevarse a un plano espiritual y actuar sobre él. La condición humana es un cúmulo de virtudes y vicios, de fortalezas y debilidades, de anhelos compartidos e intereses contrariados…., es bipolar, la contradicción personificada. Es el individuo, a través de un camino virtuoso, quien puede mejorar su calidad humana, haciendo de las virtudes el ansia de sus anhelos y alejándose de los vicios por ser la fuente de sus sufrimientos.