Encuentro en las historias de la felicidad pocas menciones a la comodidad. Entendemos por comodidad un modo de estar o de actuar agradable, fácil, blando, que no exige esfuerzo, sino que se amolda a nuestro gusto.
Los lectores de El deseo interminable asistirán al cambio en el modo de concebir la felicidad. Epicuro y los antiguos consideraban que la búsqueda de la felicidad era un objetivo personal, pero los pensadores modernos tienden a verla como un proyecto colectivo.
Estoy buscando hacer una búsqueda de la felicidad humana. ¿Y en que ha cifrado la humanidad su felicidad? El cielo ha sido siempre un pretexto para que la imaginación proyectara sus ensoñaciones de felicidad. Es muy interesante ver como en cada momento cultural se ha puesto el énfasis en algún aspecto.
Todo el mundo busca la felicidad, pero nadie sabe decir clara y consistentemente lo que es y lo que realmente desea”. Por eso, buscar la felicidad es un proyecto inevitable e inevitablemente vago
Desde el Panóptico todas las aventuras y desventuras de los humanos pueden interpretarse como una tanteante búsqueda de la felicidad.
¿Por qué considero el derecho a las vacaciones un ejemplo de “felicidad política”? ¿De dónde venimos? ¿Dónde vamos? Estas son dos de las grandes preguntas que se ha hecho el hombre, pero hay otra más importante aún: ¿Cómo podemos vivir felices?
Las calles de Madrid se han llenado de carteles con un eslogan electoral: “Libertad”. La palabra resulta clara y su contenido claramente deseable. Sin embargo, es un término que merece estar en el “Diccionario de palabras políticas confusas”, que estoy redactando. Sucede con ella lo que san Agustín decía respecto del tiempo: “¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta lo sé, pero si trato de explicárselo a quien me lo pregunta no lo sé”