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23.1.2022.- ¿Han leído los historiadores todos los libros que citan?

¿Estoy en condiciones de escribir el libro que quiero escribir? Me sugiere la pregunta la lectura de un libro próximo al proyecto GAMMA: Histoire des passions françaises (1848-1945). Su autor, Theodore Zeldin, denuncia un grave problema: es imposible que un historiador lea todo lo que tiene que leer. En el siglo que estudia, se publicaron en Francia alrededor de un millón de libros y miles de periódicos y revistas, a los que hay que añadir los que se han escrito después sobre ese periodo. Leyendo un libro al día, en diez años solo podría leer 3650. Eso no le basta, ni siquiera, para leer los que se han publicado en el último año. Su cálculo es demasiado optimista, porque es evidente que las dos mil quinientas páginas de su libro necesitan al menos diez días de lectura tenaz.

El estudio de la memoria es una de mis grandes pasiones

José Antonio Marina

¿No es entonces irresponsable querer escribir en seis meses un libro tan ambicioso como el que proyecto? ¿Por qué tanta prisa? La prisa obedece a dos razones.

1

La primera, mi edad.
2

La segunda: en todos mis libros manejo mucha información.

Trabajo con fichas, resúmenes, notas, pero todas tienen que ser elaboradas por mi memoria. El estudio de la memoria es una de mis grandes pasiones. En especial de la “working memory”, de la memoria en acción, de la que proceden todas las ocurrencias. La memoria es la facultad de la síntesis, la gran facultad creadora, y la cuido mucho.  Por experiencia sé que no puedo mantener una memoria activa -es decir, que maneje muchos datos en paralelo- durante mucho más de un año. Después, empiezo a olvidar cosas y tengo que volver a recuperarlas, lo que supone un gasto importante de tiempo y energía. Por eso todos mis libros están escritos con rapidez.

Para escribir este libro, cuento -además de con los libros y artículos que vaya leyendo-, con los resúmenes y fichas que sobre este mismo tema he recogido durante muchos años, al escribir otros libros, y que repaso continuamente. La bibliografía sobre sentimientos y emociones en El laberinto sentimental, Diccionario de los sentimientos, Anatomía del miedo y Los miedos infantiles y el aprendizaje de la valentía. Sobre motivación, Las arquitecturas del deseo, La pasión del poder, El misterio de la voluntad perdida, Los secretos de la motivación. Acerca de las pasiones amorosas: Cartas de amor, El rompecabezas de la sexualidad, Escuela de parejas. Sobre religión, Dictamen sobre Dios y Por qué soy cristiano. En Pequeño tratado de los grandes vicios, estudié la historia de los pecados capitales. En La recuperación de la autoridad, la evolución de este concepto. Sobre historia de los derechos, La lucha por la dignidad y Los sueños de la razón. Sobre historia en general, Biografía de la humanidad y Biografía de la inhumanidad. Esta última, puede considerarse un ejemplo de “historia emocional”.  Esta bibliografía ya asimilada me permite seleccionar las lecturas que voy a poder hacer durante estos seis meses. Ya veremos si es suficiente. Una nota más. Cuando se investiga sobre un tema concreto, muchas veces no es necesario leer el libro entero.

Únete 2 Comments

  • Omar sola guillamon dice:

    ? No te preocupes si dejas algún cabo suelo. Alguien en el futuro seguirá tus pasos, tu escuela, y lo completará.
    Una bibliografía bien surtida no significa que tu mensaje vaya a calar más hondo. No hace falta recurrir a pensadores anglosajones constantemente para demostrar que somos lo que sentimos.
    Suerte con tu proyecto porque lo necesitamos.

  • Ana dice:

    Don José Antonio, ¿le puedo preguntar cómo maneja la clasificación de todas esas fichas, notas y resúmenes? Un buen sistema de almacenaje de información e ideas es algo que estoy intentando desentrañar ahora mismo. Gracias!

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