Desde el Panóptico tenemos que estudiar los movimientos populares de protesta, su origen, las emociones que los impulsaban, el modo en que se manifestaron.
Ha muerto Mihály Csíkszentmihályi, un psicólogo perteneciente a un grupo que alcanzó una resonancia mundial, al tratar temas relacionados con las emociones y con la felicidad.
Actualmente trabajo en una Biografía emocional de la Humanidad. Responde a una idea muy sencilla. La Historia es el resultado de las acciones humanas, y estas son impulsadas por necesidades, deseos, emociones.
El destrozo emocional de las víctimas es fácil de comprender: tristeza, desesperación porque lo perdido no podrá recuperarse, furia, deseo de venganza, impotencia, rencor, desconsuelo.
“Prohibido prohibir”. En realidad, estaba anulando la libertad, porque todo ejercicio de un derecho lleva aparejado la prohibición de su contrario. La libertad de expresión supone prohibir la censura o la persecución por las ideas.
En la Convención del PP, Vargas Llosa dijo una frase que ha sido duramente criticada: “Lo importante de unas elecciones no es que haya libertad, sino votar bien”. ¿Es una afirmación verdadera o una afirmación falsa? Pues ninguna de las dos cosas, porque es equívoca. Admite dos interpretaciones: una benevolente y otra demoledora.
Su objetivo es investigar cómo debería ser la inteligencia que resulte de la sinergia entre la “Inteligencia neuronal” y la “Inteligencia Artificial” para diseñar los planes educativos adecuados.
¿Quién va a tomar las decisiones en un mundo en que la Inteligencia Artificial va a disponer de una cantidad de información inaccesible a un cerebro humano?
En LA VANGUARDIA, Xulio Ríos, director del Observatorio de la Política China, escribe sobre la importancia que los “valores asiáticos” tienen en la actual pugna por la hegemonía global. Ya he tratado el tema en el Panóptico 32 y me alegra ver confirmada mi interpretación. China importó el modelo de valores elaborado en Singapur, pero le añadió los “valores socialistas centrales