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El Panóptico, un proyecto megalómano: La historia emocional de la humanidad    

El objetivo de El Panóptico es intentar comprender el presente aprovechando la experiencia histórica. Para ello, no basta conocer la Historia, cosa que hacen los historiadores, sino aprender de ella, que es cosa distinta porque exige una metodología diferente. El Panóptico parte de una ficción metodológica. Desde su altura, pienso que tengo ante mí la bibliografía histórica entera, es decir el mapa completo de la Historia elaborada por los especialistas, disponible de manera análoga a como tengo la geografía entera en Google Maps. Este dispositivo digital guarda toda la información y me permite decidir la escala a la que quiero conocerla. Puedo pasar del universo al patio de mi casa. No sé si alguna vez se podrá aplicar este procedimiento a la Historia, por eso estoy hablando de una ficción metodológica, un poco borgiana, pero sobre la que puedo trabajar.

Aristóteles hablaba de que cada actividad tiene su “telos”, un dinamismo que lo acerca a su fin ideal, a su “en-telos”, a su “entelequia”, que el pesimista idioma castellano ha traducido por ilusión, cuando en realidad significa cumplimiento perfecto. Pues bien, el Panóptico se basa en la entelequia de la Historia, un ideal al que han tendido los historiadores, más o menos conscientemente. Hay Historias totales, como Mapas del tiempo, de David Christian, que pretende unir la historia natural desde el Big Bang y toda la historia humana. Un reputado historiador -William H. McNeill-  compara este libro a la hazaña de Newton o de Darwin, que consiguieron unificar gigantescos dominios de la naturaleza en unos procesos únicos. Otros historiadores han reducido el foco, como Emmanuel Le Roy Ladurie al estudiar la vida de un pueblecito durante treinta años en Montaillou, aldea occitana, de 1294 a 1324. Todavía podemos reducir más el campo, teniendo como telos acercarnos a la escala 1:1, al mapa de tamaño natural que soñaba Borges. Un ejemplo, el estudio de Lewis Namier sobre La estructura de la política de la adhesión a George IIIInglaterra en la Edad de la Revolución Americana. Su meta fue comprender la política inglesa en 1760 estudiando la biografía de los miembros del parlamento. Su amigo Arnold J. Toynbee, historiador universal pero que admiraba su obra, recuerda que en una ocasión le dijo: “Tu estudias el árbol, mientras yo estudio las hojas. La mayoría de los historiadores corta una rama y estudia las hojas de esa rama”. (Toynbee, A.  “Lewis Namier, historian”, Encounter, nº 1, enero 1961). Me siento próximo a Namier porque pensaba que la historia era el resultado de actos individuales, y que lo que explicaba la política eran los impulsos y emociones profundas de las personas. Se llama prosopografía esta técnica histórica que busca ir desde los hechos biográficos hasta los acontecimientos sociales. Ofrece posibilidades enormes y dificultades enormes también. Lo sé porque intenté aplicarla a un hecho muy concreto: la Declaración de los derechos del hombre de 1789. Aprovechando la publicación de las actas me interesaba conocer la participación de cada uno de los diputados y como se fue ajustando la redacción. El tema era fascinante, pero me desbordó.

Wl Panoptico Rayos Gamma

Como decía, el Panóptico no pretende conocer la Historia. Eso lo hacen los historiadores. “A la Historia, escribió Ranke, se le ha asignado la tarea de juzgar el pasado y enseñar al mundo para beneficio de los años futuros; la tarea actual no asume tan alto ministerio: quiere tan solo decir como fue realmente” (Ranke, O.von., Geschichten der romanischen und germanischen Volkervon 1494 bis 1535). Intento comprobar si se puede aprender de ella. Para ello, en mis últimos libros utilizó lo que llamo “método gamma”.  El nombre lo he tomado de la astronomía que utiliza para ver el universo la luz visible o los rayos gamma. La visión que da aquella es ordenada y geométrica, podríamos decir. La que ofrecen los rayos gamma es dinámica, no muestra tanto los objetos como las energías. Su rastro permite a los astrónomos remontarse a su fuente. Si tienen curiosidad pueden ver ese vídeo:

¿Cómo podemos aplicar el método gamma a la historia?

Enfocando un hecho histórico e intentando averiguar los impulsos, intereses, emociones que están en su origen. La interacción entre ellos es compleja, y la complejidad aumenta cuando se trata de movimientos sociales. Pero aun así creo que es posible aumentar nuestra comprensión. En Biografía de la inhumanidad apliqué el método al estudio de los colapsos éticos que periódicamente afligen a la humanidad, como fue la atrocidad nazi. En España estamos preocupados por la memoria histórica de la guerra civil. Sería extraordinariamente interesante que un grupo de historiadores trabajara en elaborar su historia global, sobre la cual pudiéramos aplicar el “método gamma”.

El Panóptico no pretende conocer la Historia, eso lo hacen los historiadores. Intenta comprobar si se puede aprender de ella

A principios de año comencé a escribir una historia emocional de la humanidad que intentara aplicar el método a un gran periodo, y publiqué un Diario de cómo iba elaborando el tema. El libro está terminado y aparecerá el 30 de noviembre. Pero muchos temas quedaron fuera de él, y me gustaría seguir exponiéndolos, aplicando el método a temas de actualidad, para comprobar su solidez. Además, me gustaría utilizar el material de mis archivos para animar a otros investigadores a profundizar más en la psicohistoria pasional de la humanidad.

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