La identidad se ha convertido en centro de debates psicológicos y de reivindicaciones políticas. Podemos hablar de “identidad individual” (¿quién soy yo?) o de “identidad colectiva” (¿a qué grupo pertenezco?). Muchos analistas políticos critican a los partidos de izquierda por haber abandonado su interés por los desfavorecidos para centrarse en la defensa de las identidades. Por ejemplo, el movimiento “woke” centrado en esas reivindicaciones, se considera un movimiento de izquierdas. Pero, al mismo tiempo, la exaltación de la identidad individual sobre la comunidad es una señal diferencial del liberalismo, cuanto más libertario, mejor. Hay, pues, una coincidencia de fondo en ambas posturas. Se ve, por ejemplo, en el tema de la identidad nacional. Por razones diferentes, cada individuo debería poder elegir la suya.
El tema de la “identidad de género” es un buen ejemplo de que los extremos se tocan. Silvia Carrasco, profesora de antropología de la Universidad Autónoma de Barcelona, escribe: “Me parece fundamental señalar que la ideología de la identidad de género es clave en la agenda cultural neoliberal. Una agenda que, operando mediante la desposesión y la mercantilización de la vida, persigue la desaparición de los sujetos y la desarticulación de sus luchas, hasta convertir los cuerpos en artículos de consumo a través del mercado de las identidades”. Errasti y Pérez Alvarez en Nadie nace en un cuerpo equivocado piensan lo mismo:
”En una coyuntura de aturdimiento para la izquierda (…) los partidos supuestamente progresistas deambulan buscando causas con sabor transgresor, anticonservador, de defensa de identidades minoritarias(…) Y la derecha, identificada con el neoliberalismo y la lógica del mercado igualmente está encantada con esta visión de la persona autogenerada, que fluye de dentro afuera, totalmente coherente con su metafísica individualista.
Errasti y Pérez AlvarezNadie nace en un cuerpo equivocado piensan lo mismo (pg 89)
¿Cuál es el nexo entre la izquierda transgresora, por ejemplo, la izquierda queer, y la derecha neoliberal? El papel del deseo. En ambos casos se relaciona el deseo con la identidad, se estimula la variedad y proliferación de los deseos, y se los santifica como la fuente más radical de los derechos. “Tú lo mereces”, es un típico eslogan comercial. Ambas posturas se sirven de medios propagandísticos y publicitarios para extender su influencia. En este caso concreto, los extremos se tocan.
He tratado este tema en: Identidades ¿La nueva religión? Y Manual para navegar en la ley trans
