Se ha puesto de moda hablar de inteligencia colectiva, inteligencia distribuida, multitudes inteligentes, inteligencia en red, computación social, computación distribuida. Hasta la NASA tiene un “laboratory of distributed intelligence”. La elaboración teórica de estos conceptos es muy desigual. En unos casos expresa una verdad de Perogrullo: muchas personas pueden saber más que una sola. Es indudable que el conjunto de profesores de una Universidad sabe más que un solo profesor. La pregunta interesante es si esa agregación de saberes hace a la Universidad como institución más inteligente, es decir, más capaz de resolver problemas teóricos o prácticos. Imaginemos que cada departamento o incluso cada profesor estuviera encerrado en su despacho, sin relacionarse con lo que hacen los demás, o incluso conspirando contra los demás, por ejemplo, para conseguir financiación. ¿Podría decirse que esa Universidad era una institución inteligente? Creo que no.
”Podemos hablar de una alta inteligencia compartida cuando la cooperación produce mejores soluciones, añade un plus a la mera suma de inteligencias individuales
Un reto expresivo. Exponer un sistema complejos en piezas de tres minutos de lectura.
Por eso, me parece preferible hablar de “inteligencia compartida”, es decir, de aquella que emerge de la interacción de inteligencias individuales. No es una mera agregación enciclopédica, sino una causalidad recíproca, que puede dar resultados ascendentes o descendentes, estimulantes o depresivos, ennoblecedores o degradantes. Y no estamos hablando de un reservorio de conocimientos, sino de la relación entre las personas que poseen esos conocimientos. Podemos hablar de una alta inteligencia compartida cuando la cooperación produce mejores soluciones, añade un plus a la mera suma de inteligencias individuales. Y de un fracaso de esa inteligencia compartida cuando los resultados son peores. Una multitud que posea un gran acervo de conocimientos agregados puede comportarse de una forma estúpida, violenta, incluso suicida como grupo, por ejemplo, si se deja llevar de una pasión colectiva destructora.
Puesto que somos seres sociales, en permanente interacción, a todos nos interesa vivir en grupos de alta inteligencia compartida. El tema se ha estudiado más en grupos pequeños que en colectividades grandes. En especial, se ha investigado la inteligencia colectiva de los equipos. Anita W. Wooley ha defendido que de la misma manera que en los individuos podemos hablar de una inteligencia general -el llamado factor g, identificado por Spearman- también podemos hablar de una inteligencia general colectiva, un factor c, que designaría la capacidad de un grupo para enfrentarse con múltiples y diferentes problemas. Es evidente que sería muy conveniente para los ciudadanos que los gabinetes ministeriales, los gobiernos, tuvieran un alto factor c, que les permitiera tomar buenas decisiones. El hecho de que sus miembros puedan tener una gran inteligencia o una gran competencia no asegura que la inteligencia compartida sea alta. Por supuesto, en la Academia del Talento Político también nos interesa considerar el factor c de la sociedad en su conjunto.
”Irving Janis ha estudiado lo que denomina groupthink, los errores que cometen los grupos al tomar decisiones.
Un reto expresivo. Exponer un sistema complejos en piezas de tres minutos de lectura.
Uno de los mecanismos que disminuyen la inteligencia de un equipo es lo que Irving Janis estudio como “groupthink”, las distorsiones que se producen durante los debates previos a una decisión. Se han analizado muchas malas decisiones para intentar establecer la razón de sus equivocaciones: la decisión de Hitler de invadir Rusia, el ataque a Cuba en Bahía Cochinos autorizado por Kennedy, el modo de tratar Nixon y sus colaboradores el Watergate, la gestión de Johnson de la guerra del Vietnam, o las decisiones que provocaron la crisis financiera del 2008. Blondel y Muller han estudiado la toma de decisiones en los gobiernos europeos en Governing together (McMillan, Londres,1993). En el próximo post explicaré con más detenimiento la teoría del groupthink y los métodos propuestos para evitar sus perjuicios, es decir, para aumentar el factor c.