Continúo mi diálogo con periodistas. Amaya Prieto, que dirige un programa titulado “La noche es bella”, en RNE, me hizo una objeción con la que…
Me entra la duda de si lo que debería hacer es escribir una “historia de la alegría”. La definición de los términos afectivos es muy imprecise, por lo que con frecuencia alegría y felicidad se usan como sinónimos. El asunto se agrava cuando se intenta traducir a otras lenguas.
Tal vez sea la alegría la emoción más cercana a la felicidad. Hace ya muchos años, cuando era un fervoroso lector de Henri Bergson -un gran filósofo, premio Nobel de literatura-, me impresionó la distinción que hacía entre “placer” y “alegría”
Nuestro comportamiento está dirigido por los diseñadores de metas (necesidades, deseos, proyectos) y por las emociones y sentimientos que van informando de los procesos de realización.
El deseo de venganza es un fenómeno que revela una parte no suficientemente estudiada de la afectividad humana, como ya señaló Nico Frijda, un reputado estudioso de las emociones. Es un acto dirigido a dañar a una persona o a un grupo en respuesta al sentimiento que uno tiene de haber sido dañado por ellos.