La próxima semana aparece en España el libro de Andrew Marantz Antisocial: La extrema derecha y la ‘libertad de expresión’ en Internet, (Capitan Swing).
Ha dedicado al “capital social” dos libros: La gran ruptura, que me parece excelente, y Confianza, más irregular. Esta semana Foreing Policy publica una entrevista con él, titulada: “Espero más violencia antes de que América recupere la salud”
LE POINT dedica su último número a “Los nuevos fanáticos”. Una ola identitaria invade Francia. En las Universidades están de moda los estudios “descolonizadores”.
Desde el Panóptico se constata que el concepto “capital social” (en castellano debería ser “capital comunitario”, para evitar confundirlo con el “capital social de una empresa”) aparece una y otra vez en la literatura sociológica, política y económica, sin aceptarse del todo, pero sin desaparecer.
¿Va a provocar la pandemia una subida de los votos conservadores? Así se deduce de un experimento realizado en la Universidad de Cornell por Eric Helzer y David.
Antón Costas se pregunta en La Vanguardia (12.1.2021) si el independentismo puede ser liberal. En efecto, puede serlo, porque en el núcleo del liberalismo está la libertad de decidir
Los altos mandos militares de EEUU muestran su lealtad al futuro Presidente. Es sorprendente la situación. Me ha recordado el antiguo adagio: Excusatio non petita, acussatio manifesta.
Gérald Bronner, autor de La Démocratie des crédules, acaba de publicar Apocalyse cognitive (PUF). La tesis es: nunca el cerebro humano ha tenido tantas posibilidades, y nunca ha tenido tantas tentaciones para no utilizarlas.
Angela Merkel considera problemática la suspensión de las cuentas de Trump por parte de las grandes tecnológicas.