Skip to main content

PANÓPTICO

El panóptico

Mi interés por conocer la política desde dentro, lo que sucede tras las bambalinas, me hace leer muchas memorias y biografías de políticos. Jérémie Gallon ha publicado Henry Kissinger, l’Européen, una elogiosa biografía del secretario de Estado del presidente Nixon. Lo sitúa al nivel de Metternich, porque en los 70 fue el arquitecto de los grandes equilibrios del mundo. El acercamiento a China hizo que la política internacional se jugase a tres bandas: EEUU, URSS y China. Era un pragmáticos: “No hay ideología, solo intereses americanos”, afirmó. El autor reconoce la parte oscura: los bombardeos de Camboya y el apoyo a Pinochet. Era firme partidario de la “realpolitik”: Sostenía que la Unión europea ha caído en la trampa de la moralización, y que así no se escribe la historia. Carece de carácter. El humillante trato de Erdogan a la Presidenta de la Comisión, o de Putin a Borrell, lo demuestran. Recuerdo el escándalo que produjo a principios de siglo el libro de Robert Kagan Poder y debilidad. Europa y Estados Unidos en el nuevo orden mundial. Sostenía que la postura moralizante de Europa, por ejemplo, en la defensa de los derechos humanos, era solo fruto de su debilidad e irrelevancia. Cuando no se tienen que tomar decisiones se puede ser muy sensible. Por cierto, Kagan (asesor del presidente George W. Bush) publicó en 2017 un artículo en Foreing Policy, titulado: “Apoyar la Tercera Guerra Mundial: Estados Unidos debe controlar las potencias emergentes de Rusia y China antes de que sea demasiado tarde” (Backing into World War III). Así anda el patio.

Jose Antonio Marina

Deja tu comentario