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Finaliza el caso de las lavanderas

Por 28 de abril de 2021octubre 27th, 2021Los casos de Mermelada, Podcast-Mermelada

Anunciamos el siguiente capítulo de Los casos de Mermelada. Las lavanderas ocupaban dentro del servicio doméstico, el nivel más bajo, y también el más duro. En el próximo programa desvelaremos las historias de nuestros escuchantes sobre este oficio, que estaba agravado porque en las casas el lavadero solía están en la parte más oscura e inhóspita de las casas o porque había que ir al rio.

lavanderas manzanares
¿Qué lejía inmortal, y qué perdida
jabonadura vuelve, qué blancura?
¿Qué es este amor? ¿Quién es su lavandera?

Leer poema completo

Claudio Rodríguez había escrito un poema sobre las lavanderas en el río, pero cuando se lo mostró a Vicente Aleixandre, Premio Nobel de Literatura, este le dijo: “Este poema no trata de la ropa, trata del alma”. Daba así un simbolismo transcendental a la humildísima tarea de aquellas mujeres, muertas de frío, que nos permitían recuperar la blancura.

Puedes escuchar la segunda parte de «Las lavanderas» en los casos de mermelada en el minuto 16:36 de la 2ª hora del Programa de Pepa Fernández

¿Por qué decimos “hacer la colada”? ¿Qué tiene que ver “colar” con “lavar”?

La ropa primero se enjabonaba, se le “daba un ojo”. Después se ponía en una cesta de mimbre, y se echaba por encima agua caliente donde se había cocido ceniza. El agua escurría -se colaba-, se recogía y se volvía a echar varias veces. La ceniza de madera se utilizó como blanqueador y desinfectante de la ropa desde tiempos muy antiguos. Los romanos utilizaban para lavar un líquido que llamaban “aqua lixivia”; literalmente “agua de ceniza”. De lixivia viene el español “lejía” y el francés “lessive” “Faire la lessive” es hacer la colada.

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