La idea de escribir una Historia emocional de la humanidad me la sugirió una frase de Lloyd deMause, un historiador americano. “En las dos mil páginas de la historia de las cruzadas de Runciman solo hay una en la que se hable de lo que movilizó a toda esa gente”. Utilizando el esquema triangular que he mencionado, Runciman estudió los hechos, pero se olvidó de las creencias y de las emociones que los impulsaron.
”Nuestra memoria debe construirse en dos formatos: uno neuronal y otro digital. Acertar con lo que debe codificarse en cada formato es la esencia de la verdadera educación.
José Antonio MarinaProyecto Centauro
Escribir una historia tan amplia y tan compleja me obliga a trabajar con un método. Tengo muy buena memoria para las ideas y sus relaciones, y una memoria fatal para fechas y personas. Un defecto catastrófico para un aprendiz de historiador. Sería incapaz de aprobar un examen de historia de bachillerato. Eso supone que tengo que trabajar con fichas o con archivos en mi ordenador.
Desde hace muchos años pongo en práctica lo que en teoría expuse en Proyecto Centauro. Nuestra memoria debe construirse en dos formatos: uno neuronal (lo que tiene que estar en la cabeza de cada persona) y otro digital (lo que puede estar guardado en el ordenador personal). Acertar con lo que debe codificarse en cada formato es la esencia de la verdadera educación. Guardar información en un ordenador es fácil. Lo complicado es encontrarla.
Mi método puede parecer complicado, pero me funciona. Es casi contable: