Haciendo gala de su humor, el historiador Herbert R, Southworth, autor de El mito de la cruzada de Franco, que tanto indignó al ministro Fraga, comentó: “Cruzada, sí, pero de cruz gamada”. Hago esta pregunta porque para tantear las posibilidades y el estilo del Proyecto Gamma, voy a analizar un acontecimiento histórico para ver si descubro las articulaciones del tema.
Elijo uno muy complejo y muy bien documentado: la primera cruzada (1095-1099). Los resultados los publicaré en EL PANÓPTICO del mes de febrero. Reviso las notas que tomé para redactar Biografía de la humanidad. En especial los resúmenes que hice de Le mythe de croissade, de Alphonse Dupront. Su propósito fue describir como apareció el “mito de la cruzada”, más que historiar las Cruzadas.
En realidad, se refiere a un estado de ánimo extraordinario, en el que la violencia es legitimada por la convicción de que se ejerce en defensa de valores absolutos. Se vive como un anhelo por vivir la superación del orden existente, lo que incluye también la vida cotidiana. La idea de cruzada -escribe Dupront- plantea el problema de lo extraordinario como realidad de la experiencia histórica.” (p. 1281). “No hay en el espíritu de cruzada el menor pensamiento por lo que se destruye. ¿Tinieblas del fanatismo, peligro permanente de toda pulsión de cruzada? Ciertamente, si se consideran parcialmente las cosas. Pero hay quemcomprender que a aquellos que buscan el ser entero, si lo hacen con todas sus potencias de vida y de participación, no se le pueden proponer soluciones parciales.”
”La idea de cruzada plantea el problema de lo extraordinario como realidad de la experiencia histórica.”
Alphonse Dupront
Dupront ha descrito bien un “guion histórico” que se repite una y otra vez, pero que no se da solo en las Cruzadas, sino en lo que podríamos llamar “guerras espirituales”, aquellas que se hacen en nombre de valores absolutos que hacen que el fin justifique los medios. Esto es lo que la mayor parte de la jerarquía católica intentó aplicar a la guerra civil, y que Franco aprovechó. En los primeros bandos militares no se hacía ninguna mención a la situación religiosa para la rebelión contra la República. Eso vino después.