Desde el Panóptico, se ve que las políticas nacionales pueden guiarse por la razón, pero que las internacionales tienen un fuerte componente irracional. Su última referencia continúa siendo la fuerza, sus tácticas, fintas, estrategias. Sospecho que a los gobernantes les encanta la política exterior, menos pegajosa que la interna y con más glamour. El poder personal no acaba de estar dominado, y esa es una mala noticia. Las gesticulaciones bélicas de los mandatarios deberían resultarnos grotescas y deberíamos ridiculizarlas sin piedad. No hay en ellas ninguna grandeza. El poder personal no acaba de estar dominado, y esa es una mala noticia. Una invasión a Ucrania costaría al menos 50.000 vidas, ha calculado la OTAN. Putin se marca un órdago: si Ucrania entra en la OTAN puede estallar una guerra nuclear en la que no habrá vencedores.
”El poder personal no acaba de estar dominado, y esa es una mala noticia.
Nadie puede creerse una afirmación suicida. ¿O sí? Su posición me ha recordado la “teoría del loco”, que se atribuye a Richard Nixon. Al parecer, dijo a su jefe de gabinete H.R. Haldeman: “Quiero que los Norvietnamitas crean que he alcanzado el punto en el que podría hacer lo que fuera para parar la guerra. Correremos el rumor de que, ‘por amor de Dios, conoces a Nixon, está obsesionado con el Comunismo. No lo podemos reprimir cuando está furioso —y tiene la mano en el botón nuclear’— y el mismo Ho Chi Minh estará en París en dos días suplicando por la paz.». Pensó que si los líderes comunistas creían que su comportamiento era irracional e impredecible, evitarían provocarle.
”La estupidez es una enfermedad difícil de erradicar.
José Antonio Marina
Donald Trump empleó la misma táctica. «Tenemos que ser impredecibles», respondió cuando el diario The Washington Post le preguntó cómo actuaría ante el expansionismo chino. Otros líderes también han fingido locura, como estudia Roseanne W. McManus tomando como ejemplo a Adolf Hitler, Nikita Khrushchev, Saddam Hussein, y Muammar Gaddafi (McManus, R.,” Revisiting the Madman Theory: Evaluating the Impact of Different Forms of Perceived Madness in Coercive Bargaining”). Habría que añadir al líder norcoreano Kim Jong-un. En realidad, todos son discípulos de Maquiavelo, que ya advirtió que en ocasiones “es algo muy sabio simular locura”. (Discursos sobre la primera década de Tito Livio, libro 3, c.2). Desde el Panóptico se ve que “nihil novum sub sole”, y que la estupidez es una enfermedad difícil de erradicar. Por eso trabajo tanto en encontrar una vacuna contra ella.