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Curso de economía para ciudadanos (CEC)

En la Academia del Talento político es ineludible estudiar Economía, por las intrincadas relaciones que tiene con la Política. ¿Qué necesita saber de Economía un ciudadano que quiera ejercer su poder? Comienzo una serie de post donde iré esbozando el programa que me parecería adecuado

Así denominó Thomas Carlyle a la Economía, porque se ocupaba de las necesidades materiales humanas y de la escasez de los medios para satisfacerlas. Creo que una definición tan depresiva es falsa, porque desconoce la esencial creatividad de la actividad económica. Por eso, los dos libros que he escrito sobre ella tienen ese concepto en su título: La creación económica y La creatividad económica, escrita con el financiero Santiago Satrústegui. Prefiero definirla como la ciencia que trata de la ampliación de los recursos materiales y de su gestión para integrarlos en el gran objetivo humano que es la búsqueda de la felicidad. Tendremos ocasión de ver que esta afirmación tan aparentemente inofensiva tiene una potencia revolucionaria.

Tener conocimientos de economía servirá no solo para evitar que algunos políticos nos timen, sino para que los ciudadanos podamos colaborar a la mejor marcha de la economía. Me apoyaré en las opiniones de reconocidos economistas para protegerme con su autoridad y evitar la acusación de intrusismo. Robert Lucas, premio Nobel 1995, señala que la economía marcharía más racionalmente si los ciudadanos tuvieran mejor información. Lo mismo dice otro premio Nobel, Jean Tirole:”Tendremos las políticas económicas que merecemos, mientras el gran público carezca de cultura económica, porque tomar decisiones correctas requiere mucho valor político (…) En consecuencia, una buena comprensión de los mecanismos económicos es un bien público”. Lo mismo dice Thomas Sowell en su estupenda Economía básica: “La política ha sido llamada a veces “arte de lo posible”, pero esta frase se aplica con más certeza a la economía. La política permite a las personas votar por lo imposible, lo que puede ser una de las razones por la que los políticos son más populares que los economistas, que constantemente recuerdan a las personas que nada es gratis en esta vida y que no hay “soluciones”, sino que solo se pueden conformar compromisos”.

Tener conocimientos de economía servirá no solo para evitar que algunos políticos nos timen, sino para que los ciudadanos podamos colaborar a la mejor marcha de la economía.

Está muy extendida la idea de que la economía es un saber complejísimo, reservado solo a expertos. Sin duda es así, pero también la neurología es enormemente difícil, y, sin embargo, todo el mundo debería tener una idea de cómo funciona su cerebro. La profesora Carol Dweck demostró la eficacia educativa que tenía ese conocimiento en su curso de “Cerebrología” que impartía a adolescentes. Hace muchos años mostré que era posible enseñarles nociones básicas de Economía en seis horas de clase, dentro de la asignatura de Filosofía. Esas lecciones estaban precedidas de las correspondientes a los deseos y necesidades humanas, y eran seguidas de las nociones sobre el proyecto ético de la humanidad.

En los siguientes post sobre esta “asignatura” voy a tratar los siguientes temas:

1

Los ciudadanos y la teoría económica

2

¿Podemos fiarnos de los economistas?

3

Por qué la “educación financiera” no es la solución

4

La Economía es una ciencia maquiavélica?

5

Qué debe saber el ciudadano de Economía

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