¿Por qué me interesa contar a los médicos estos terribles hechos? Para que no olviden que todos tenemos que proteger la “humanidad” de nuestras relaciones porque son muy frágiles, y que ellos, desde su actividad profesional están especialmente capacitados para reforzarla.
En este momento trabajo mucho para escribir una historia de los deseos humanos, de nuestra permanente búsqueda de la felicidad, que ha ido produciendo a lo largo de la evolución esas colosales creaciones que llamamos “culturas”. ¿Hemos tenido siempre los mismos deseos?
En Biografía de la inhumanidad, tras estudiar los colapsos atroces que periódicamente experimenta la humanidad, me pregunté si nuestro progreso ético es un mero barniz que desaparece cuando las circunstancias alcanzan determinados niveles de dureza.
En algunos centros educativos se está estudiando la guerra de Ucrania. Hay que intentar comprender el presente, pero para eso no basta conocer la historia. Hace falta estar dispuestos a aprender de ella, lo que exige método y tenacidad.
Robert Sternberg, uno de los grandes estudiosos de la inteligencia humana, dirigió un libro titulado «Por qué las personas inteligentes pueden ser tan estúpidas»
Leo una entrevista a una chica hija de famosa que enseña el culo y dice “la realidad me aburre, por eso voy a un mundo de perversión y oscuridad”. No sé que me parece más patético, si lo que dice la entrevistada o el papel del periodista que lo publica.