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PANÓPTICO

El panóptico
He leídoNúmero 41Revista El Panóptico

Mon islam, ma liberté, Kahina Bahloul, Ed. Albin Michel

Por 1 de diciembre de 2021 Sin comentarios

La autora, argelina residente en Francia desde los veinticuatro años, es la primera imam de una mezquita francesa. Hay que advertir que se trata de una mezquita liberal, fuera de la corriente musulmana mayoritaria. “Como mujer adulta, -escribe– me he hecho en Francia, donde al fin he podido conquistar mi libertad. La libertad tan esperada, deseada y soñada durante muchos años, en una sociedad en que la vida de la mujer es sacrificada en el altar del patriarcado y de la misoginia. En Argelia fui educada en una fe musulmana por tradición y porque era la religión de mi familia”.

En Francia, se aleja de la religión, pero en un momento de crisis personal, una médica cristiana le aconseja que lea a los místicos sufíes. Esa lectura le hace volver al islam. “Ahora, he elegido ser musulmana, tras haberme dado autorización para dudar, para cuestionar y evaluar todo. La fe no se hereda, se adquiere, se abraza de buen grado, por un profundo sentimiento cordial”.

¿Es posible un islam liberal e ilustrado?

Eso ha desembocado en un trabajo de investigación científica en islamología: “He querido compartir con mis correligionarios mi experiencia y mi visión de un islam progresista y liberal, un islam ilustrado (L’islam des Lumières)”. Este es el tema que me interesa. ¿Es posible un islam liberal e ilustrado? La autora cree que sí porque el verdadero mensaje islámico ha sido adulterado por el poder político y que es preciso recuperarlo. Los reformistas musulmanes coinciden en eso. “Hay que volver a las fuentes e intentar comprenderlas de nuevo” (Muhammad Abduh 1849-1905).” Me sitúo en un punto de vista interno al islam: me preocupa restaurar nuestra comprensión del fenómeno religioso como un fenómeno universal. Quiero reivindicar esa verdad histórica según la cual las religiones han inspirado, orientado y enriquecido la actividad cultural, sea cual sea la tradición a la que se refiere (Mohammed Arkoun 1928-2010).

Estos problemas surgieron también en la teología cristiana respecto del Nuevo Testamento

Kahina Bahloul piensa que hace falta leer el Corán con mirada moderna. “Renovar el uso de la razón y del pensamiento libre no constituye una innovación. El propósito del islam liberal tiene que construirse fuera del paradigma hegemónico, que se impuso en un momento preciso de la Edad Media, para tomar en consideración nuestra época posmoderna Hay que admitir que el Corán no es “increado”, sino que apareció históricamente y no hay que interpretarlo literalmente”. Además, la revelación no se terminó con el Corán “Dios no ha hablado una vez por todas a una generación muerta, antes de callarse para siempre. Continúa hablándonos y lo hará hasta el fin de los tiempos, A nosotros nos toca reactualizar nuestra mirada y nuestra comprensión de los textos sagrados” (87). Desde el Panóptico resulta interesante observar que estos problemas surgieron también en la teología cristiana respecto del Nuevo Testamento.

La autora dedica muchas páginas a mostrar que el sacerdocio femenino no es incompatible con el islam, y esta polémica tiene muchos puntos en común con la que provoca el sacerdote femenino en la iglesia católica. También es fácil encontrar resonancias cercanas en las proclamas machistas de los integristas musulmanes: “Un Estado islámico -afirman- debe estar dirigido por un hombre. Las mujeres no deben meterse en política”. En 1944, Pilar Primo de Rivera decía: “A las Secciones Femeninas, mientras menos se las vea y se las oiga, mejor. Nosotras atendamos a lo nuestro y dejemos a los hombres, que son los llamados, para que resuelvan todas las complicaciones que lleva en si el gobierno de la Nación”.

Bahould dedica muchas páginas a mostrar que el sacerdocio femenino no es incompatible con el islam, y esta polémica tiene muchos puntos en común con la que provoca el sacerdote femenino en la iglesia católica

Kahlina Bahould culpa de todos los males del islam al poder político, Si tiene razón, resultará muy difícil la aparición del islam liberal con el que sueña. Hace ya bastantes años, Fátima Mernissi se quejaba de que una ortodoxia exagerada “ha amputado la historia del islam, le ha privado del tránsito a la modernidad”. Zaki Nayib Mahmud, prestigioso intelectual egipcio, preocupado por la renovación cultural, sostenía que el obstáculo para la renovación del islam no era la religión, sino tres ideas espurias: la legitimidad del poder político arbitrario, la omnipresencia onerosa del pasado y la creencia en fuerzas que desafían la ley natural.

Bahloul reclama una interpretación moderna del Corán, pero según el Centro de Investigaciones Pew, entre el 50 y el 93 % de los musulmanes creen que el Corán debe entenderse de forma literal

En el año 2000, un gran especialista, Gilles Kepel, sostenía en su libro Jihad. Expansion et declin de l’islamisme, que el islamismo estaba en retirada y que veríamos al mundo musulmán entrar decididamente en la modernidad y la democracia, según modos de fusión inéditos con el mundo occidental, “por el camino de la emigración y de sus efectos, la revolución de las telecomunicaciones y de la información”. No parece que ese cambio vaya tan rápido. Bahloul reclama una interpretación moderna del Corán, pero según el Centro de Investigaciones Pew, entre el 50 y el 93 % de los musulmanes -dependiendo de los países- creen que el Corán debe entenderse de forma literal.

Desde el Panóptico, muchas de las características negativas del islam las padeció Occidente con siglos de antelación. Un interesante campo de investigación es estudiar si la evolución de la cultura europea proporciona un esquema precoz del proceso que pueden seguir otras. Sería un útil aprendizaje de la historia.

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