¿Qué es la EDP, la enfermedad que aqueja a los políticos viejos?
EDP significa “enfermedad del poder” y su síntoma principal es pensar que “gobernar” es “mandar”. Falso. Gobernar es resolver los problemas que surgen de la convivencia en la ciudad. Para eso, sin duda, habrá que mandar, pero eso no es más que una herramienta. Compáralo con el trabajo de un médico. ¿Cuál es su objetivo? ¿Curar o mandar al enfermo? Sin duda, curar, aunque tenga que ordenarle que tome algunas medicinas. Cuando veáis a alguien a quien le gusta mandar, debéis hacerle una pregunta: ¿Y para qué quieres mandar? ¿Cómo contestarías tú? No podrás entrar en la Academia del talento político adolescente si no contestas bien a esta pregunta.