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Utilizo la palabra autopsia porque voy a referirme solo a los presidentes que ya no están en ejercicio. O sea, que su presidencia ha muerto. Eso me recuerda el interés que tiene, para un observador del poder, el final de los mandatos. ¿Qué ocurre a los políticos cuando dejan el cargo? Por supuesto, no quieren dejarlo. En una encuesta sobre los diputados españoles, recogida por Edurne Uriarte, el 85% quería seguir en política.

En la tipología elaborada por Álvarez y Pascual, se utilizan los siguientes parámetros:

1

Psicológicos

Unos se refieren a la afectividad: son personas que reaccionan emocional o fríamente. Otros, al modo de pensar: analíticos o sintéticos; y los terceros a la tolerancia o intolerancia a la ambigüedad.
2

Políticos

Respecto a la comunicación, unos prefieren las audiencias pequeñas y otros las grandes; son personajes carismáticos o burocráticos y su modo de enfocar los asuntos puede ser prospectivo o coyuntural.
3

Estilo de gestión

Puede estar dirigido a personas o enfocado a tareas; la toma de decisiones son personales o en equipo; y se toman decisiones a corto o a largo a plazo.

Aplicando esos parámetros, Suárez, González y Zapatero fueron políticos carismáticos. Calvo Sotelo, Aznar y Rajoy, burocráticos. Los primeros eran grandes comunicadores todo terreno; los segundos, se movían mejor en audiencias pequeñas.

Suárez tenía una comprensión más sintética de la situación y Aznar y Calvo Sotelo, más analítica. Suárez tenia más capacidad de moverse en la ambigüedad, mientras que Aznar y Rajoy eran más rígidos. Zapatero era carismático, emocional, poco analítico.

Álvarez ha vuelto a tratar el tema en su libro «Los presidentes españoles», en el que introduce la distinción hecha por James McGregor Burns entre “líderes transaccionales” y “Líderes transformacionales”. Los líderes transaccionales son aquellos que adoptan un enfoque más cortoplacista para lograr objetivos a través de negociaciones y compromisos. En contraste, los líderes transformadores buscan generar cambios profundos y duraderos, ayudando a sus seguidores a convertirse en mejores versiones de sí mismos. Según Álvarez, Suárez y González fueron gobernantes transformacionales. Aznar quiso serlo, pero el final de su mandato hizo fracasar su intento.

Continuaré explorando este tema.