José Antonio Marina y su equipo de detectives no cesan de indagar en la nueva temporada de “Los casos de Mermelada. Agencia de detectives”. Hoy os presentamos una nueva investigación:“Las alas de la mariposa“. El programa de hoy es un homenaje a esas personas dedicadas a sus alumnos.
Hoy comentamos pequeñas historias de las escuelas de hace años. Pero en realidad mi interés por ellas comenzó cuando con mis alumnos del Instituto de La Cabrera hice un trabajo que se llamaba Sociología del recuerdo. Mis alumnos venían de más de veinte pueblecitos de la sierra de Madrid, y tenían que preguntar a los más viejos del lugar lo que recordaban de las costumbres de su pueblo de antes de 1936. Las historias de los maestros y de la escuela salían continuamente.
“En Cataca habían abierto por esos años la escuela montessoriana, cuyas maestras estimulaban los cinco sentidos mediante ejercicios prácticos y enseñaban a cantar. Con el talento y la belleza de la directora Rosa Elena Fergusson estudiar era algo tan maravilloso como jugar a estar vivos. Me costó mucho aprender a leer. No me parecía lógico que la letra m se llamara eme, y sin embargo con la vocal siguiente no se dijera emea sino ma. Me era imposible leer así. Por fin, cuando llegué al Montessori la maestra no me enseñó los nombres sino los sonidos de las consonantes. Así pude leer el primer libro que encontré en un arcón polvoriento del depósito de la casa. Estaba descosido e incompleto, pero me absorbió de un modo tan intenso que el novio de Sara soltó al pasar una premonición aterradora: “¡Carajo! Este niño va a ser escritor”. Dicho por él, que vivía de escribir, me causó una gran impresión. Pasaron varios años antes de saber que el libro era Las mil y una noches.»
El siguiente caso de Mermelada Agencia de Detectives plantea uno de los grandes enigmas de la sociedad actual. Se titula:El caso de los pantalones rotos. La pregunta es. ¿por qué creen que se ha puesto de moda algo tan absurdo como comprar pantalones rotos?