Las personas muy ideologizadas consideran que sus ideas políticas forman parte de su identidad, y que, por lo tanto, quien las critica no está planteando un debate de ideas, sino que le está agrediendo e insultando y que tiene, por lo tanto, que defenderse y atacar. Las ideologías siempre creen que tienen la verdad absoluta.
Cada partidario solo percibe las cosas que están a favor suyo, no las que están en contra. Si eres un racista, solo registrarás los crímenes que han hecho los negros, los hispanos, los inmigrantes. Si eres un machista, buscarás las noticias que puedan perjudicar a las mujeres, por ejemplo, que hay casos de denuncias falsas por malos tratos. Gran parte de las decisiones políticas que tomamos son emocionales. Primero elegimos partido, y después intentamos justificar la elección. En la mayoría de los casos nos dejamos llevar por preferencias previas. Es algo parecido al enamoramiento. Primero te enamoras y luego buscas las razones para convencerte de lo justificado de ese enamoramiento.
En cosas que nos afectan tanto a todos como es la política, deberíamos tener unas decisiones más racionales.
Por eso trabajo en la VACUNA CONTRA EL FANATISMO, porque son mecanismos automáticos, que nos manejan sin que nos demos cuenta. Pruebas científicamente controladas demuestran que una misma estadística o el modo como se exponga puede ser interpretada de manera opuesta según la orientación política que tengas. El grupo a que perteneces determina cómo vas a hacerlo,