En Occidente el modelo estético se ha ido haciendo cada vez más escuálido. En 1930, según las revistas femeninas del momento, el peso ideal para una mujer de 1’60 de altura era de 60 kilos. En 1939 ya había descendido a 51 y en la actualidad a 48. Los cánones de belleza se han ido haciendo cada vez más inverosímiles. A principio de los años veinte, Miss América medía 1’73 y pesaba 63,5 kilos. Entre 1980 y 1983 el peso medio de una concursante que midiera 1’76 era de 53 kilos.
Comenzó en los años 20 como un movimiento de rebeldía femenina. Eran mujeres activas, la moda se hizo un poco andrógina, se eliminó el corsé, se pusieron de moda los vestidos flapper, muy lisos. Como tantas otras modas se piensa que Coco Chanel influyó mucho.
La moda de la delgadez coincide con el auge de las enfermedades alimentarias. Los años 20 y a partir de los 80. En los cincuenta hubo una cierta pausa. Eran los años de Marilyn Monroe, que ahora no pasaría los cánones de belleza. Fueron años que en Estados Unidos volvió a llevarse la mujer ama de casa, madre de familia, y eso debilitaba el ímpetu rebelde que había en la delgadez. A mediados de los sesenta la cosa comenzó a cambiar. Cada vez se acentuó el gusto por la delgadez. Por ejemplo, en los noventa se puso de moda, en EEUU, sobre todo, el “heroin chic”, el estilo heroinómano. De nuevo tenía que ver con la rebeldía.
Es interesante ver la relación que hay entre la anorexia y un cierto rechazo de la sexualidad. Sobre todo, en Estados Unidos se moraliza en cierto modo al sobrepeso. Hay una campaña voluntarista, dirigida por las grandes compañías de cosméticos. La belleza depende de la voluntad. El lema lo resume una frase :“No hay mujeres feas, tan solo hay mujeres perezosas”.
Pregunta de la semana
¿Quién es esa actriz, famosa por sus frases desvergonzadas y cínicas, a la que también se atribuye la autoría de la frase: "No hay mujeres feas, tan solo hay mujeres perezosas”?
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