El Greco vino a España porque Felipe II estaba contratando pintores para El Escorial. El Greco consiguió un encargo y pintó El Martirio de San Mauricio y la legión tebana. El padre Sigüenza, cronista de la construcción de El Escorial, escribió: «no le contentó a Su Majestad» y que, en realidad, «contenta a pocos”. Sin embargo, el rey se lo pagó religiosamente.
Los tratadistas de arte de los siglos XVII, XVIII y gran parte del XIX le consideran un pintor “extravagante y caprichoso”.
Lo cierto es que durante la mayor parte del XIX tampoco se lo valora. Cuadros suyos están en el almacén del Prado, sin exponerse
Pero en 1912 se celebra en una ciudad alemana una gran exposición sobre arte contemporáneo. Se exponen obras de Cezanne, Van Gogh, Gauguin, Matisse, Picasso, Kandinsky. Se quiere romper con la pintura anterior y no se admite ningún pintor antiguo, salvo el Greco, al que se considera precursor de la vanguardia.
La pregunta es:
¿En qué ciudad alemana se celebró en 1912 una gran exposición de arte contemporáneo
que supuso el reconocimiento universal y la exaltación de la figura del Greco?