“Historia universal de las soluciones. En busca del talento político”. Ese es el título del nuevo libro del filósofo y escritor José Antonio Marina que este martes ha compartido en Despierta Andalucía sus reflexiones sobre esta publicación y también sobre algunos asuntos de actualidad.

“En España tenemos tendencia a plantearlo todo como un conflicto”, lamenta Marina, quien defiende que “un gran político es aquél que sabe transformar un conflicto en un problema”. Y como ejemplo señala que “no se han resuelto los problemas nacionalistas porque siempre se han planteado como un conflicto… voy a ver si termino contigo. El asunto es ver si resolvemos el problema, esa es la inteligencia política”.

En este sentido, el filósofo destaca que “en la política interna los países democráticos hemos conseguido tener instituciones para resolver los problemas, luego veremos si lo hacemos mejor o peor” e insiste en que “hay una idea de la política como gestión de poder pero la gran política es la resolución de problemas”.

Sobre la futura Ley de Amnistía que se está tramitando en las Cortes, Marina considera que “tiene dos vicios”. El primero, explica, “el momento en el que se ha iniciado. Si la hubiera propuesto un partido en ya en el Gobierno o con mayoría absoluta la tomaríamos en otro plan, pero está descaradamente el interés electoral”. Y en segundo lugar, añade, “la amnistía es para poner un punto y aparte, pero los independentistas catalanes quieren punto y seguido y eso quita fuerza y legitimidad a esta amnistía, tiene que ser borrón y cuenta nueva”.

En cuanto a la escena internacional, Marina señala que “en política exterior sigue rigiendo por la ley del más fuerte, porque no tenemos ni una constitución ni un sistema de control universales, la ONU está bloqueada muchas veces por la composición del Consejo de Seguridad, y los tribunales internacionales las grandes potencias no se someten a ellos”.

En cualquier caso, reconoce Marina al hilo de su libro, “no todos los problemas tienen solución, pero hasta que no se intenta no se sabe”. Y trae ejemplos históricos que lo demuestra: “cuando se quiso abolir la esclavitud se dijo que no iba a funcionar la economía sin esclavos y funcionó” o que “se pensó que era un disparate las vacaciones pagadas” o “las mujeres con derecho al voto”.

“Hay que tentarse la ropa antes de decir que algo es imposible o no tiene solución, porque eso son manifestaciones que benefician a alguien”, advierte el pensador José Antonio Marina.