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PANÓPTICO

El panóptico

Respuestas del test trans

Contesto a las preguntas del TEST TRANS, que presenté en el número 25 de El PANÓPTICO. Navegar por la literatura trans es difícil porque está acuñando un lenguaje peculiar que es necesario conocer, y que a veces no está bien definido: transexual, transgénero, identidad de género, trans*, transidentidad, no binario, performatividad, interseccionalidad, expresión de género, genero fluido, queer, etc. Tomo el siguiente párrafo del libro Trans, escrito por Jack Halberstam, un hombre trans, sobre “la explosión de terminologías”: “Las categorías que utilizamos para comprender las relaciones dinámicas entre el placer y la identificación, el reconocimiento social, la reproducción y los impulsos libidinales, por no mencionar la paternidad/maternidad, la capacidad, la identidad nacional, la edad y la privacidad, cambian y se desplazan con relativa rapidez, y lo hacen bajo la presión de nuevas formas de activismo”.

1.- ¿Cuál es la diferencia entre sexo, género y transgénero?

“Sexo” es una categoría biológica, basada en características físicas: cromosomas, hormonas, órganos reproductivos internos y externos. Hay personas cuyo sexo no puede ser claramente determinado y se denominan “intersexuales”.

“Género” es una categoría cultural: el conjunto de ideas, valoraciones, roles sociales, modos de subjetivación, creados en cada cultura y en cada momento histórico a partir de la diferenciación biológica.

Según esta división, comúnmente aceptada, habría que distinguir entre:

“Transexual”: la persona cuya identidad sexual no corresponde al sexo asignado al nacer. El malestar que siente le impulsa a cambiar de sexo, es decir, a transformar su estructura biológica mediante tratamientos hormonales y cirugía.

“Transgénero”: la persona cuya identidad de género no corresponde con el género socialmente adjudicado. Es una categoría más amplia y a mi juicio mal definida, por eso en muchas ocasiones transexual y transgénero se utilizan indistintamente. Un caso puede aclararlo. Un hombre transgénero, que vive su rol masculino, pero mantiene sus órganos sexuales femeninos, puede tener un hijo. Un hombre transexual, no.

2.- ¿Por qué la iglesia católica considera que la ideología de género” es una creación diabólica?

Toda la moral sexual católica se basa en la idea de “naturaleza”, de la que derivan obligaciones y derechos. Habría pues comportamientos “de acuerdo con la naturaleza” y “contra la naturaleza”. La historia del “derecho natural” es importante porque sirvió para defenderse de la arbitrariedad del tirano. Por ejemplo, las declaraciones de derechos de la revolución americana y francesas apelan a derechos naturales. Sin embargo, la noción de “naturaleza” resultaba fácilmente manipulable, porque cada uno encontraba en ella lo que previamente había puesto. Por ejemplo, la ideología nazi era iusnaturalista: la raza aria era la fuente de derechos. El feminismo se opuso con razón a que se considerara “natural” lo que era puramente cultural, porque durante años se consideró la naturaleza de la mujer como inferior a la del varón. La crítica fue mas allá y negó, también con fundamento, que la naturaleza sirviera de criterio normativo moral. Eso es lo que la iglesia considera un peligro.

3.- ¿Por qué el feminismo clásico cree que la Ley trans va en contra de la mujer?

1

Porque la “ideología trans” difumina la categoría “mujer”, considerándola una “variante mas, voluntariamente elegida”;
2

porque lo trans anula el cuerpo, considerándolo también una construcción social, lo que deja fuera de lugar al “feminismo de la diferencia”, que insiste, precisamente, en las diferencias corporales, incluida la maternidad;
3

porque lo trans se centra solo en la reivindicación de la “identidad trans” y olvida el resto de las reivindicaciones feministas
4

porque toda la ideología trans se mueve en el terreno del discurso, de lo simbólico, y se aleja de la realidad, a la que tiene que desacreditar;
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Por último, porque si todo es discurso, sin mas punto de referencia que la coherencia del propio discurso, la única forma de defender que un discurso es superior a otro es apelar a la fuerza. Gran parte de la ideología trans mantiene que la verdad no es mas que el discurso del poder y eso relativiza todas las afirmaciones.

4.- ¿Qué es la ideología queer?

“Queer”, que comenzó siendo un insulto, se ha convertido en un término reivindicativo, más de combate que de precisión conceptual. Comenzó designando a las personas que experimentan una identidad de género fuera de las identidades binarias/normativas, y, por lo tanto, fuera de las categorías hombre/mujer, pero ha pasado a significar una ideología completa, un modo de interpretar el sexo, el género, el pensamiento, y la relación con la realidad. No solo el género es una creación cultural, sino también el sexo. Una última fuente de confusión es que, según Judith Butler, una de las autoras de referencia en este tema, para evitar caer en otra estructura binaria (queer/no queer, bueno/malo), el concepto queer “ha de ser un concepto que no poseen ciertas personas de manera definitiva, sino que se usa, se tuerce, se desvía, se orienta, expandiéndose”. Parte de la teoría queer está contra la teoría trans, que a su vez está en contra de las feministas. Considera que las personas trans están en tránsito de un sexo a otro y que, por lo tanto, mantienen la estructura binaria. La teoría queer afirma que no hay que ir a ningún sitio.

5.- ¿Qué es la “reasignación sexual?

Es el cambio físico para adecuar la fisiología a la identidad sexual, mediante tratamientos hormonales y cirugía. Aunque suelen confundirse, convendría hablar de “reasignación de género”, que sería el reconocimiento público de la identidad sentida, sin necesidad de “reasignación sexual”. Según esta distinción, la inscripción registral debería ser de dos tipos: cambio de sexo cuando hay “reasignación sexual” y cambio de género cuando no haya “reasignación sexual”. Así podría inscribirse: “Sexo M, Genero F” o “Sexo F, Genero M”. En casos de reasignación sexual sería “Sexo M, Genero M”. o  “Sexo F, Genero F”. No se me ocultan los problemas que esto puede suscitar.

6.- ¿Por qué el partido socialista piensa que la autodeterminación sexual carece de racionalidad jurídica?

Se entiende por “racionalidad jurídica” la que está apoyada en argumentos válidos dentro del sistema general del Derecho, es decir, cuando no son “ad hoc”. En el “argumentario” contra la Ley trans publicado por el PSOE se niega racionalidad jurídica al “derecho a la libre determinación de la identidad sexual” (1) por su dificultad de aceptar sus motivos y (2) por sus efectos dentro del sistema jurídico.

(1). – Dificultad de aceptar sus motivos. Al fundamentar la autodeterminación sexual en el deseo y en la voluntad, la Ley resta fuerza a la posición trans. El deseo o la voluntad no “tienen automáticamente efectos jurídicos plenos”. Esto parece obvio. Basta pensar en que de mi deseo de navegar en un velero por el Caribe no se desprende ningún derecho. El deseo, que sin duda es fuerza impulsora de la reivindicación de derechos, tiene que estar legitimado por otras vías. En cambio, me parece una posición jurídicamente mas potente -y en ese sentido creo que van dirigidas las legislaciones existentes sobre este tema- insistir en el “derecho a no ser discriminado”. Es un principio mas general y que defiende o puede defender los derechos de las personas trans. Y también, esto es importante, el de todas las personas.

(2) La segunda crítica del argumentario socialista, se basa en la inseguridad jurídica que la “autodeterminación de la identidad sexual” provoca. En ese sentido, creo que la insistencia -no de las personas trans, sino de la ideología trans-, en la flexibilidad, la libertad de elección, ha debilitado también su posición jurídica. La ideología, como sucede tantas veces, se vuelve contra las personas. No es verdad, por lo que sé, que las personas trans piensen que están ejerciendo un acto de voluntad, como tampoco creo que les suceda a las personas homosexuales. La energía de sus reivindicaciones no procede de que hayan elegido voluntariamente su orientación sexual, sino de todo lo contrario. El argumentario socialista piensa que es necesario asegurar una “situación estable de transexualidad”. Estoy seguro de que las personas trans lo son de manera estable, pero la “ideología trans” ha jugado en contra, ha apostado por la fluidez, por la indefinición, por el multigénero. Como he señalado antes, creo que la distinción entre “transexualidad” y “transgénero” elimina algunos problemas, pero en un asunto tan complicado prefiero señalarlo solo como una vía de investigación, y seguir estudiando el tema.

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