Un problema es una facultad general de la inteligencia, sea animal o humana, es resolver problemas nuevos. En el caso humano se añade la capacidad de plantear problemas nuevos. Los problemas pueden ser teóricos y prácticos. Se diferencian en que un problema teórico se resuelve cuando se conoce la solución (por ejemplo, un problema científico o matemática). En cambio, un problema práctico no se resuelve cuando se conoce la solución, sino cuando se pone en práctica, que suele ser lo difícil. Puesto que la inteligencia humana tiene como objetivo dirigir bien el comportamiento, los problemas prácticos son los más profundos, complejos e importantes. No olvidemos que hacer ciencia, por ejemplo, es una acción y que, por lo tanto, tiene como antecedente un problema práctico: como puedo aprender, como puedo investigar.