Dogmatismo pasional…
«Pasión» es un sentimiento poderoso que se adueña de la inteligencia de una persona. Tiene un aspecto negativo: limita la libertad. Los diccionarios antiguos la definían como «locura breve» y todas las culturas han desconfiado de ella. Tiene un aspecto positivo: despierta energías descomunales. Por eso, todas las culturas la han admirado. Hegel: nada importante se ha hecho sin estar movido por una pasión. Las pasiones son dogmáticas. Establecen prioridades innegociables. Para el amante, lo único importante es el amado. No hago reflexión psicológica, sino política. La pasión nacionalista se mueve entre lo admirable y lo detestable. Solución: descender de la emoción al concepto, cosa que los nacionalistas rechazan de plano porque no saben cómo definir la nación. Menú: glorificar el Estado pero no la nación (Hegel), la nación pero no el Estado (Herder), ambos en diferentes niveles (Fichte), la comunidad, pero ni el Estado ni la nación (Rousseau), la raza pero ninguno de los tres (Gobineau) o ninguno de ellos (Hobbes). Consejo: desconfíe de quien habla de la nación como de una realidad natural, del pueblo como de una persona y no como de un colectivo, de las idolatrías que consideran reales las invenciones. Rebélese.