Pequeña historia de la pintura

Tenemos que despertar en los niños el “genio creador”. Podríamos dividir a los humanos en dos clases: los genios despiertos y los genios dormidos, y para despertar al genio, nada mejor que viajar al mundo de los artistas, haciendo un recorrido por la historia de la pintura. Acompañado por las ilustraciones de Antonio Mingote, pretendo guiar a los niños a través de las grandes creaciones humanas, para que puedan comprobar cómo los humanos somos seres creadores. Y decido comenzar el viaje por un territorio apasionante, el de las imágenes, dibujos, cuadros, frescos, cómics, grafitis; en suma, recorrer el mundo de la pintura, sus historias y sus laberintos.

Me gusta contar «Pequeña historia de la pintura» como si fuese una novela de misterio, y me gustaría titularla “el enigma Picasso” por una frase intrigante del pintor: “he tardado toda mi vida en aprender a pintar como un niño”. Considera que la evolución que ha sufrido el arte es un reflejo de esta expresión, y se pregunta por qué ha sucedido así. Comienza haciendo un recorrido por las representaciones de las cuevas prehistóricas, y termina con el Arte Moderno, que considera un arte fundamentalmente ingenioso.

Se trata de que los chicos conozcan la historia de la pintura, para que vuelvan a sí mismos como creadores, seres libres, niños que aún pueden elegir y construir el mundo. Marina quiere que esta historia de la pintura les permita conocerse mejor, conocer su situación, y de ahí pasen a inventarlo todo, desde la sabiduría. La historia que cuenta el libro es un bello símbolo de la historia humana, que a través de peripecias apasionantes ha alcanzado la libertad. Se trata ahora de preguntarse qué hacemos con ella.